Pimachiowin Aki-"La tierra de la Vida" (2018)
Esta se ubica en el bosque boreal que cubre partes de Manitoba y Ontario, en Canadá. La "tierra que da la vida" en la lengua de los anishinaabeg, forma parte de los territorios ancestrales de dicho pueblo indígena que vive de la caza, la pesca y la recolección. También agrupa distintas porciones de territorios de cuatro comunidades anishinaabeg: Bloodvein River, Little Grand Rapids, Pauingassi y Poplar River.
Este sitio comprende un paisaje único en el que
se ha inmortalizado la tradición y cultura indígena denominada ji-ganawendamang
gidakiiminaan ( "conservar la tierra"), la cual busca el ahorrar lo que "el Creador" les
proporciona, respetar todas la formas de vida, y mantener la armonía con los demás.
La región es hogar de una de las manadas más grandes de caribú boreal al sur de
la Bahía de Hudson, junto con especies de alces, carcayús (gulo gulo)
y somorgujos. Allí, las Naciones Originarias de Anishinaabe han luchado durante
diecisiete años para que la región de 2,8 millones de fuera nombrada Patrimonio
de la Humanidad para protegerla del desarrollo invasor.
La designación es una victoria importante para esta región amenazada. La tala está teniendo un efecto devastador en el bosque boreal en todo Canadá, con profundos impactos en los pueblos indígenas, el clima global y en especies en riesgo. Entre 1996 y 2015, solo en Ontario y Manitoba 3,8 millones de hectáreas fueron taladas. Los pueblos indígenas de todo el país enfrentan la pérdida de sus bosques. A pesar del devastador impacto que la tala tiene sobre los pueblos indígenas, muchas naciones y comunidades están excluidas de la toma de decisiones sobre el desarrollo en sus territorios tradicionales. Esta exclusión debilita los derechos indígenas establecidos internacionalmente y adoptados a nivel nacional.
— Patrimonio Mundial —
- País: Canadá.
- Referencia: 1415rev.
- Año de inscripción: 2018.
- Criterios: (iii),(vi),(ix).
- Zona central: 2904000.0000 ha.
- Zona de amortiguación: 3592000.0000 ha.
iii) aportar un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida,
(iv) constituir un ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre uno o varios periodos significativos de la historia humana.
(ix) ser ejemplos eminentemente representativos de procesos ecológicos y biológicos en curso en la evolución y el desarrollo de los ecosistemas y en las comunidades de plantas y animales, terrestres, acuáticos, costeros y marinos.